Mejorar la comunicación, ¿por dónde comenzar?
Hace poco, en una fiesta, un amigo me contó que dentro de su empresa reconocen la importancia de la comunicación y en más de alguna evaluación han visto que carecen de ella pero que, al igual que muchas empresas, no sabían por dónde comenzar para mejorarla.
“Acercá una silla” le dije, porque esto se iba a poner bueno. Empecé a explicarle los pasos básicos que cualquier negocio —grande o pequeño— debe seguir para construir un plan de comunicación efectivo.
En esta columna voy a recordar el paso a paso de esa conversación, tal vez esta guía también puede ayudarte a ir pensando en cada punto y replantearte tu estrategia de comunicación de este año.
Comenzamos hablando de la importancia de hacer un diagnóstico. Antes de pensar en hacer algo nuevo, hay que revisar lo que ya se está haciendo. Es como hacer un inventario y listar todo lo que ya se hace, revisar la historia de la comunicación en tu empresa, entender quiénes son los públicos clave, qué esperan de ti y quiénes son los tomadores de decisión que pueden facilitar o frenar el proceso.
En este punto a veces las cosas simplemente “siempre se han hecho así”, ya nadie se acuerda de cómo comenzó ni por qué, tal vez nadie se ha puesto a pensar si lo que se hace realmente funciona o ya es hora de dar el “timonazo” y probar algo nuevo. Es importante entender dónde se está parado para saber hacia dónde avanzar.
Ahí es donde entra en escena la necesidad de establecer objetivos claros. Le pregunté: “¿Qué quisieran lograr exactamente?” La comunicación debe tener un propósito definido. Puede ser fidelizar a tus clientes, posicionar tu marca en un nuevo mercado o mejorar la percepción de tus servicios. Lo importante es que cada objetivo sea específico y medible. Como dice Lewis Carroll en “Alicia en el País de las Maravillas”: “si no sabes a dónde vas, cualquier camino te llevará ahí”.
También hablamos sobre conocer el entorno. Nadie comunica en el vacío, y entender las tendencias del mercado, las acciones de la competencia y el contexto social es clave para diferenciarte. Aquí toma gran importancia el ver hacia los lados, hacia arriba y hacia abajo. ¿Qué están haciendo las empresas que admiras?, ¿Qué hacen las empresas similares a la tuya?, ¿Qué hacen las que te siguen a ti?. Hay un mundo de ideas alrededor, entender y aprender de las experiencias, retos, errores y éxitos de otros, puede ser la clave para construir la estrategia propia y ganar.
Finalmente, le expliqué que no se trata de empezar de cero; muchas veces es cuestión de organizar lo que ya se tiene. Las buenas iniciativas existentes tal vez solo necesitan ajustarse y alinearse con los nuevos objetivos, ponerlas en un plan con plazos definidos y responsables claros.
Ya para ir cerrando, hablamos sobre la importancia de medir. Lo que no se mide, no se mejora. Cada acción debe ir acompañada de indicadores que te permitan saber si estás avanzando en la dirección correcta.
Concluimos juntos que vale la pena darle un poco de pensamiento al tema de la comunicación. No es necesario gastar la “millonada”, a veces pequeños cambios causan grandes impactos. Comenzar a re imaginar la comunicación implica entender que comunicar no es solo informar o hablar por hablar, se trata de comunicar con propósito.
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