Desde el año 2015, cuando fueron establecidos los Objetivos de Desarrollo Sostenible, propuestos por los países miembros la Organización de las Naciones Unidas – ONU, y retomando los postulados frente a la conceptualización de la ciudadanía corporativa, que han sido desarrollados durante los últimos 20 años por el Boston College Center for Corporate Citizenship, se sembró la inquietud con relación al papel que pueden y deben cumplir las organizaciones para aportar a la construcción del tejido social y en la atención de las necesidades globales a las que nos enfrenta el mundo contemporáneo.
Estas motivaciones nos permiten reconocer que hoy en día es importante que las organizaciones implementen estrategias de creación de valor compartido porque tienen un impacto positivo tanto en la sociedad como en las organizaciones que las implementan, al abordar desafíos sociales y ambientales, fortaleciendo la reputación entre los consumidores, los inversores y otros grupos de interés.
La Creación de Valor Compartido – CVC es un concepto desarrollado por Michael Porter y Mark Kramer, quienes proponen que el éxito empresarial no sólo se mide por la generación de ganancias financieras, sino también por el impacto positivo que la empresa puede tener en la sociedad y en el medio ambiente, para dejar de ver a las organizaciones y a la sociedad como entidades separadas, la creación de valor compartido reconoce que existen interdependencias entre ellas.
Esto puede conducir a una mayor lealtad de los clientes, una mejor retención de empleados y una mejora en la percepción en el mercado, por lo que estas estrategias pueden incluir iniciativas para mejorar las condiciones laborales de los empleados, reducir el impacto ambiental de las operaciones, desarrollar productos y servicios que aborden necesidades no satisfechas de la sociedad, contribuir al desarrollo de comunidades locales a través de inversiones y programas sociales, entre otros.
Al abordar las necesidades no cubiertas de la sociedad, las organizaciones pueden identificar nuevos mercados y oportunidades de negocio, y esto a su vez, puede llevar a la innovación en productos y servicios que satisfagan esas necesidades, impulsando el crecimiento y la consolidación de los sectores productivos, pues al involucrarse con iniciativas que aborden problemas sociales y ambientales, las empresas pueden mitigar riesgos relacionados con la reputación, el cumplimiento normativo y en la cadena de suministro, pero también pueden reducir costos al optimizar sus procesos y recursos.
La creación de valor compartido fomenta de esta manera la colaboración entre empresas, gobiernos, ONG y otras partes interesadas para abordar desafíos sociales y ambientales. Esto puede contribuir a la cohesión social y al desarrollo sostenible de las comunidades en las que operan las empresas, pero para cumplir estos propósitos, la gestión desde la comunicación interna es crucial para involucrar a los empleados en la visión y los objetivos relacionados con la creación de valor compartido, mediante mensajes claros y consistentes para inspirar y motivar al personal.
Las organizaciones que practican la creación de valor compartido suelen comunicar abiertamente sus actividades y resultados en este sentido. La transparencia genera confianza entre los clientes, inversores y otras partes interesadas, así se puede destacar el compromiso de la empresa con la comunidad y el impacto social positivo que está generando a través de sus actividades de creación de valor compartido. Esto puede fortalecer las relaciones con las partes interesadas locales y mejorar la percepción pública de la empresa.
De acuerdo con lo anterior, implementar estrategias de creación de valor compartido no sólo es beneficioso para la sociedad, sino también para el propio éxito y sostenibilidad a largo plazo de las organizaciones al integrar el éxito económico con la generación de impacto social y ambiental positivo, reconociendo que las empresas pueden ser agentes de cambio para el bienestar de la sociedad y el medio ambiente mientras también generan valor para sus accionistas, y en este sentido, la comunicación interna y externa desempeña un papel fundamental en la implementación exitosa de estrategias de creación de valor compartido al asegurar el compromiso de los empleados y transmitir los esfuerzos y logros de la empresa a las partes interesadas externas.
Jose Escobar Romero
La Creación de Valor Compartido es un escenario de planificación estratégica en el que las organizaciones reconocen su irresponsabilidad frente a las necesidades globales contemporáneas y se articula con la gestión de la comunicación para generar flujos y redes de comunicación que naturalicen estas buenas prácticas, dentro y fuera de las estructuras productivas.
Periodista y Comunicador Social egresado de la Universidad Los Libertadores (COL), Reportero Gráfico
Digital de la Universidad Complutense de Madrid (ESP) y Magister en Educación de la Universidad de Artes
y Ciencias Sociales– UARCIS (CHL). Director del espacio radial Noches de Película de la Red de Radio Universitaria de Colombia, Coordinador General de la plataforma digital Concéntrika Medios. Con experiencia en gestión de la comunicación en las organizaciones, vinculado a la academia y al sector productivo con Instituciones tales como Universidad Central, Universidad Compensar, Universidad Sergio Arboleda, Unitec, Ecopetrol, Superintendencia de Puertos y Transportes, Fondo de Prevención Vial, entre otros.
Es profesional agremiado a la Red Mundial de Comunicación Organizacional y profesor invitado desde el año 2020
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